Los Presupuestos multiplican casi por cinco el gasto previsto en vivienda.

Las ayudas europeas disparan la dotación presupuestaria y ponen el foco sobre la rehabilitación.

La Gran Recesión situó al sector inmobiliario en el ojo del huracán y convirtió las políticas de vivienda en uno de los patitos feos de los Presupuestos Generales del Estado. Ahora, otra crisis de dimensiones catastróficas puede ayudar a enmendar eso: las cuentas públicas de 2021 prevén multiplicar casi por cinco el gasto destinado a esta partida.

Concretamente, según el plan presentado este miércoles, se destinarán a vivienda 2.253 millones. Es la cifra más alta de la historia, por encima de los 1.600 millones de 2009, cuando comenzó el declive.

Los 2.253 millones que contempla el Presupuesto de 2021 suponen un aumento del 368% respecto a los 481 millones de las cuentas de 2018, las últimas aprobadas por el Congreso, y prorrogadas desde entonces.

Esa cifra estaba muy cerca del mínimo histórico de 474 millones en 2017.

De estos, 1.550 millones se repartirán a las comunidades autónomas para que estas desarrollen planes de rehabilitación de viviendas.

El plan presupuestario también contempla una partida de 354 millones destinada a la subvención de planes de vivienda, de los que dependen las ayudas autonómicas al alquiler.

El fomento del parque de viviendas de arrendamiento social y sostenible, una prioridad del actual Plan Estatal de Vivienda, se realiza a través del Plan 20.000 —dotando al Sepes (la entidad pública empresarial del suelo) para desarrollar proyectos en suelos públicos— y de subvenciones directas a los Ayuntamientos, por valor total de 30 millones, para que pongan en marcha este tipo de promociones.

Por último, el Presupuesto contempla dotar con 72 millones la subsidiación de préstamos.

 

 

29/10/2020
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